Dolnośląski Festiwal Biegów Górskich
Festival de carreras de montaña de la baja Silesia - PL (Polonia)
DFBG 130K:
Edición 2023 - Pasión y Voluntariado
En julio de 2023, crucé por primera vez la línea de meta del DFBG (Dolnośląski Festiwal Biegów Górskich), completando 130 km de puro trail en la majestuosa región de Lądek Zdrój. Esta experiencia fue más que una carrera: fue una celebración de la pasión por correr, del trabajo colectivo y del espíritu del voluntariado. Con una mezcla de corredores de diferentes países —incluidas comunidades hispana y francesa— viví momentos de comunión que sobrepasaron el idioma. El orgullo y la emoción al finalizar fueron inmensos. Estas imágenes 📷 enlace a la publicación de 2023 lo dicen todo.
Edición 2024 - La Prueba del Espíritu
Un año después, en julio de 2024, regresé a enfrentar el mismo reto… pero esta vez, la montaña me exigió aún más. Picaduras de avispas, problemas digestivos, lesiones en las uñas y una dolencia en la pierna me acompañaron durante buena parte del trayecto. Cuando mi reloj se apagó en el km 115, la incertidumbre y el agotamiento me pusieron al límite. Pero no me rendí.
Gracias al apoyo de personas increíbles como Adrián y Mariusz, aprendí que las barreras reales están en la mente. No hace falta hablar el mismo idioma para sentirte acompañado y comprendido. Completé los 130 km en 24 horas, 55 minutos y 55 segundos. Esta experiencia me dejó una enseñanza invaluable: la perseverancia puede con todo. Puedes ver las imágenes de esta edición aquí: 📷 enlace a la publicación de 2024
Edición 2025 - Una odisea bajo la lluvia, el barro… y la belleza
Todavía resuena en mi memoria cada gota de lluvia, cada resbalón, cada instante en que dudé si seguir tenía sentido. Correr 130 kilómetros no es solo una prueba física: es un diálogo contigo mismo, con tus límites, tus miedos, tu capacidad de renacer paso tras paso.
La salida arrancó con un chaparrón: no una llovizna suave, sino lluvia como aviso de lo que venía. Me empapé desde el primer segundo. Luego apareció la niebla, ese manto gris que lo vuelve todo incierto. Senderos cubiertos de barro, señales que no se veían: hubo momentos en los que no estaba seguro de si seguía el rumbo correcto, o simplemente caminaba hacia lo desconocido.
Cuando se combina cansancio + terreno irregular + condiciones adversas, uno se enfrenta no solo al camino físico, sino al diálogo interno más duro. Hubo subidas interminables, bajadas engañosas, tramos donde pensar en cada paso era cuestión de supervivencia. Escuchaba mi respiración, mis piernas protestando… y en muchos puntos pensé: ¿vale la pena?, ¿puedo con esto?
No todo fue sombra. Pero sí hubo lugares donde la falta de apoyo se volvió evidente. Zonas técnicas que exigían señalización clara, asistencia extra, alimentación, agua, ayuda logística y no estaban del todo cubiertas. Cuando ya no puedes más, cuando cada músculo quema, una mirada de aliento, un ánima que entrega una barra, contar con voluntarios que sepan guiar puede cambiar el paso, la moral… o el rumbo.
Pero mi rescate fue la gente. Otros corredores cuyos rostros apenas veía en la lluvia, pero cuyas manos sentí fuerzas invisibles al sostenerme tras una caída. Compartíamos barro, respiraciones entrecortadas, silencios épicos, alguna risa nerviosa. Tratábamos de que el terreno nos venciera lo menos posible, animándonos unos a otros. En esos momentos supe: esto no es solo la lucha individual. Es la generación de algo colectivo. Completé los 130 km en 24 horas, 51 minutos y 14 segundos. 📷 enlace a la publicación de 2025
Cruzando la meta, no busqué gloria: busqué humanidad. Y la encontré.
Que tu percepción de lo posible cambia cuando te ves obligado a adaptarte. Lo que en casa parecía imposible, allá arriba, paso tras paso, fue realidad.
Que luchar no siempre significa empujar con fuerza bruta: a veces es reducir velocidad, observar el terreno, ajustar el ritmo, escuchar lo que tu cuerpo pide que hagas.
Que compartir el dolor y la alegría hace que todo valga la pena. Las historias que vendrán luego (“caí aquí”, “me ayudaron a levantarme allá”) serán de las que se cuentan de verdad.
“Super Trail 130 km (DFBG 2025)” ya no es solo una carrera para mí. Es un capítulo que selló algo dentro: mi capacidad de enfrentar incertidumbres, mi respeto por la montaña y por quienes corren conmigo. No siempre fueron los caminos los que enseñaron, sino los momentos en que no veía el camino, y aun así, seguí.
Si estás leyendo esto porque sueñas con probar algo así, te digo: no lo subestimes. Entrena, sí, pero también aprende a abrazar lo imprevisible. Porque al final, las carreras más duras son las que nutren más el alma.
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